Una reanudación de las negociaciones entre el gobierno venezolano y la Plataforma Unitaria opositora es probable, a pesar de las «asimetrías» entre ambas coaliciones, dijeron analistas consultados por la Voz de América.

En agosto de este año, en Ciudad de México, bajo el acompañamiento de un facilitador noruego y el canciller mexicano, los jefes de las delegaciones de ambas partes firmaron un memorando de entendimiento para iniciar un nuevo proceso de negociación.

Luego de la firma, en la primera ronda de conversaciones, el oficialismo venezolano y la oposición anunciaron acuerdos para la “ratificación y defensa de la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba” y otro para “la protección social del pueblo venezolano”, que incluía la creación de una mesa nacional de atención social.

En el segundo encuentro, las partes aseguraron haber “acercado posiciones» en la búsqueda de soluciones a la crisis social, económica y política, además de seguir la identificación de “mecanismos de consulta” con actores políticos y sociales.

El ritmo que llevaban las negociaciones se cortó a mediados de octubre cuando, poco antes de que iniciara la tercera ronda, el empresario colombiano Alex Saab, a quien la parte oficialista había incorporado como delegado, fue extraditado desde Cabo Verde a Estados Unidos. En protesta, el gobierno venezolano decidió no asistir y desde entonces no se han dado más encuentros.

Los analistas coinciden, no obstante, en que la mesa de diálogo eventualmente se restablecerá.

Diálogo en México fue un avance

“Ya el simple hecho de sentarse en México los actores principales fue un avance, dado el nivel de deterioro que tenía la posibilidad de diálogo con los actores políticos en Venezuela”, dijo a la Voz de América Carmen Beatriz Fernández, consultora política y profesora de la Universidad de Navarra en sistemas políticos.

Fernández dijo que a pesar de la percepción de que el diálogo no ha sido lo “deseable”, en cuanto a avances concretos, es “lo realista” en este tipo de conversaciones.

“Este proceso ha sido mucho más discreto que los otros procesos anteriores, que han sido abortados y que han sido fallidos, y eso en sí mismo podría ser un buen augurio”, agregó la analista.

Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), dijo que no tenía expectativas sobre estos encuentros pues se trataba de una negociación “totalmente asimétrica” donde las delegaciones se presentaban con agendas “incompatibles”.

“El gobierno iba buscando reducción de sanciones y la oposición iba buscando condiciones electorales y una elección presidencial”, explicó.

El politólogo y analista del proceso de paz Francisco Alfaro Pareja concuerda en que hubo trabas por las marcadas diferencias de ambas coaliciones.

Sin embargo, considera un «acierto» que el proceso sea visto como «incremental» y deje la puerta abierta para acuerdos parciales, pues hay temas en los que se puede ir llegando a acuerdos mientras se trabajan los temas más complejos.

El caso de Alex Saab, un obstáculo para el diálogo

Luego de que se suspendieras las conversaciones, no se volvió a escuchar del tema por parte de las delegaciones hasta las elecciones regionales celebradas el 21 de noviembre.

Durante esa jornada, el presidente venezolano Nicolás Maduro dijo que todavía no había condiciones para poder instalar el diálogo, pues tenía que haber una respuesta por «el secuestro” de Alex Saab, a quien su gobierno califica de «diplomático».

En diciembre, Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora, dijo en un programa de la emisora nacional Circuito Éxitos que “un hombre y su extradición fue más importante para Maduro que millones de venezolanos».

Blyde, no obstante, se mostró optimista de que el dialogo “va a volver”.

«Creo que están repensando, que hay que volver a una mesa de negociación que nos produzca los pasos que tenemos que tener para lograr la reinstitucionalización del país”, indicó en la entrevista.

A ambas partes les conviene el diálogo

El politólogo Alfaro Pareja considera que a ambas delegaciones aún les conviene el diálogo.

En el caso de la coalición del gobierno, podrían continuar buscando alivianar las sanciones y un mayor reconocimiento internacional.

Para la oposición, el diálogo es una de las opciones que cuenta con la participación de la comunidad internacional.

Considera necesario que se lleven adelante acuerdos como el que establecía una mesa de atención social, pues sería “un primer paso fundamental” y serviría de “señal” de progreso, dijo el experto.

En contraste, indicó que el tema de la justicia podría ser uno de los más difíciles de abordar. Mientras la oposición afirma que en Venezuela el poder judicial responde a los intereses del ejecutivo, por lo que es necesaria una reforma del sistema, el gobierno asegura que este se rige por la Constitución.

Al suspenderse el diálogo antes de la tercera ronda de negociaciones, las partes no llegaron a acuerdos sobre una posible reforma del sistema de justicia, un tema que los expertos consideran fundamental para el avance.

Para la consultora política Fernández, de la Universidad de Navarra, estas negociaciones son una “necesidad perentoria” para el país y apunta que el diálogo “debe hacer” avances importantes en “la reinstitucionalización democrática” del país.

Por su parte, Benigno Alarcón sostiene que las agendas de ambas delegaciones “siguen sin encontrarse”.

Aunque el gobierno pareciera estar dispuesto a hacer algunas “concesiones” a cambio del levantamiento de sanciones, “una negociación que no nos lleve hacia un cambio político, sirve de poco”, aseguró.