El legendario jugador de los Bulls, Michael Jordan, puso en venta en 2012 su mansión en Chicago por unos 29 millones de dólares. Actualmente el precio ha bajado a la mitad debido a la imposibilidad de darle salida en el mercado.

La vivienda

La vivienda de lujo extremo cuenta con cancha cubierta de baloncesto, zona de prácticas de golf, 9 dormitorios, 19 baños, una piscina, entre otras comodidades.

En la puerta principal de entrada para vehículos luce un ostentoso número 23 en referencia al número de camiseta del ex jugador, reseñó el portal Marca.

Por su parte, Sports Illustrated indicó que el valor actual de la vivienda se sitúa en los 14.9 millones de dólares después de ir sufriendo varias depreciaciones con el paso de los años: el precio de salida fue de 29 millones y ha ido pasando por distintos escalones (21 y 16 millones) hasta llegar a su rebaja actual.

Sin embargo, nadie quiere comprarla. ¿Quizás 15 duchas sean demasiadas para una sola casa?

Es difícil creer que la mansión del mejor jugador de básquet de todos los tiempos, que incluye muebles de lujo y parece un santuario deportivo, no haya conseguido en siete años un comprador que la adquiera.

En declaraciones al medio especializado Marketwatch, Adam Rosenfeld, de la startup de bienes raíces de lujo Mercer Vine, explicó que el jugador tiene serios problemas para vender la casa por los espacios y objetos personalizados que hay en ella.

“Cuando tienes una propiedad tan específica y tan customizada, [la venta] se convierte en una batalla cuesta arriba”, opinó el experto.

Tampoco ayuda la localización de la propiedad. Aunque está ubicada en una zona de clase alta, Highland Park no es una de las áreas favoritas de magnates o personajes famosos.

“A pesar del atractivo que puede tener la casa para los fanáticos de los Chicago Bulls y otros amantes del deporte, es probable que su tamaño y características personalizadas dificulten la búsqueda del comprador adecuado. Y si bien se encuentra en uno de los suburbios de clase alta de Chicago, Highland Park, no está ubicado en un lugar donde las celebridades comúnmente buscan hogares, como Beverly Hills”, escribe Marketwatch.

A esto se suman los impuestos anuales que tendría que pagar el futuro propietario, que ascienden a unos $ 100.000.