El béisbol profesional no escapa de la situación que atraviesa Venezuela. Foto: Prensa LVBP.

La crisis económica no escapa de ningún tema en Venezuela. Ni siquiera del béisbol profesional conocido como el “pasatiempo preferido de los venezolanos”. La temporada arrancó el viernes 12 de octubre y simplemente mirar a las gradas, ya es motivo para decir que algo no está bien.

El fiel fanático venezolano tiene que hacer un esfuerzo titánico para poder ver a su equipo en el reciente torneo, que fue impulsado por la aprobación de 12 millones de dólares preferenciales por parte del régimen de Nicolás Maduro.

Dinero que para muchos pudo ser invertido fácilmente en hospitales o en abastecer al pueblo de comida, pero no, por el contrario llegó al bolsillo de los directivos del béisbol nacional.

Otros opinan que sí tenía que comenzar la temporada porque esta representa la activación de muchas fuentes de empleos directas e indirectas. Yo, por ahora, se los dejo a su criterio.

Asombrados

Lo cierto es que hablé con un mánager de los ochos que están en contienda y me comentó que la situación es prácticamente insostenible. “David, yo prefiero opinar muy poco al respecto, pero esto es sinceramente alarmante. La gente piensa que los peloteros viven en una burbuja y no piensan en eso, pero no es así”.

En pocas palabras, según este buen amigo, los protagonistas del espectáculo, asumo yo que los novatos y los que no tienen contrato en Grandes Ligas, se las están viendo mal igualmente con el tema económico.

“Hermano pero es que alcanza para medio comer”, me comentó un pelotero ya con cierta experiencia que también reservó su nombre. Una fuente de la LVBP me explicó que el viático diario de los peloteros oscilaba entre los 11-13 dólares (al cambio) Así, con esa realidad y con muy pocos fanáticos en las gradas, se está desarrollando esta nueva temporada del béisbol profesional venezolano.

Sinceramente quiero creer que este no sea el principio del fin de la pelota rentada en Venezuela. Quiero creer también que el país se recuperará y volveremos a tener una de las mejores ligas del mundo.

Los peloteros consagrados, conforme aumenta la crisis y la inseguridad, se van alejando de los terrenos. Sí, en Venezuela hay mucho talento y se puede armar, incluso, un torneo con puros novatos, pero estamos claros que pierde el espectáculo en todos los sentidos.

Amanecerá y veremos. Tratemos de ser positivos ante esta situación aunque resulte extremadamente difícil.