En su más reciente post de Instagram en su cuenta @julio_mayora Julio Rubén escribió: «Con esfuerzo y perserverancia podrás alcanzar tus metas»

Mayora es apenas el segundo venezolano que logra una medalla (primera de plata) en halterofilia en unos Juegos Olímpicos, después del bronce en Atenas 2004 de Israel Rubio.

El triunfo del muchacho de Catia La Mar, Vargas, Venezuela, va más allá de una medalla de plata que lo inmortaliza como subcampeón del mundo en su categoría, su victoria es un mensaje de que, incluso con el sistema en contra, las metas están para cumplirlas.

Y el sistema en contra, porque la mayoría de los deportistas venezolanos, con salvadas excepciones, no gozan de un trato al menos decente por parte de las autoridades deportivas. Y sí, es un tema que ha sonado mucho y que causa escozor, pero hay que recordarlo.

Respetado periodistas venezolanos especializados en el ciclo olímpico han escrito en sus redes sociales, que a la mayoría de estos muchachos no les alcanza la «beca» ni para comprar comida, mucho menos suplementos alimenticios o implementos deportivos.

Incluso, no les brindan espacios para practicar su deporte y prepararse de la mejor manera, por lo que muchos, quienes cuentan con algún tipo de patrocinio o ayuda, han optado por prepararse en el exterior.

Para muestra un botón: Eldric Sella, primer deportista latinoamericano en ser parte del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados. A Sella le tocó buscar en otro país, las oportunidades que no le dio su patria, o mejor dicho, las autoridades del régimen que seguro, con Mayora, harán fiesta.

Mayora, al igual que el resto de los 42 atletas de la delegación venezolana, son un sinómimo de perseverancia, de la Venezuela posible.

Por favor, no los dividamos entre los que ganaron medalla o no, disfrutemos su esfuerzo y participación, porque como dice @yulimarrojas45 «Solo Dios sabe el esfuerzo y sacrificio de cada uno»

Venezuela entera celebra por Julio Rubén, Venezuela entera está de fiesta por la victoria de uno de sus muchachos de barrio.