Foto cortesía Copa.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés) hace un llamado a las autoridades de aviación de Panamá y Venezuela para que restablezcan urgentemente los vuelos entre ambos países, tras que fueran suspendidos desde el 13 de diciembre de 2020.

«Esta interrupción no pudo haber llegado en un peor momento. Venezuela tenía una conectividad aérea internacional muy limitada incluso antes de la pandemia del COVID-19. Los vuelos recientemente reiniciados desde y hacia Panamá se convirtieron en un salvavidas tanto para los pasajeros como para la carga. Cortar este vínculo antes de la temporada de viajes de vacaciones —y en un momento en que la demanda de productos farmacéuticos necesarios para luchar contra la pandemia está en su punto más álgido— tendrá consecuencias nefastas. Los planes de los viajeros se verán gravemente afectados, ya que muchos se encontrarán varados, mientras que la carga esencial no podrá ser transportada o se retrasará masivamente», dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.

«Entendemos que los gobiernos están priorizando la protección de sus ciudadanos ante el COVID-19. Sin embargo, el sector de la aviación ha estado trabajando con organizaciones mundiales como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar que la aviación pueda funcionar con seguridad durante la pandemia. IATA ha estado cooperando con las autoridades de toda América Latina para garantizar que las fronteras puedan reabrirse bajo condiciones de seguridad para los viajes aéreos y está dispuesta a ayudar a aplicar medidas alineadas a nivel mundial que permitan la reapertura del corredor aéreo entre Panamá y Venezuela», agregó Cerda.

La industria de la aviación atraviesa actualmente su mayor crisis como resultado directo de la pandemia de COVID-19. A medida de que el servicio aéreo se recupera lentamente en toda la región, la imposición de cualquier restricción innecesaria a la aviación durante la fase crucial de reinicio retrasará la recuperación económica y social de los países y pueblos de la región.