El Grupo de Lima reiteró el martes su respaldo al gobierno encargado que lidera Juan Guaidó, según indicó un comunicado conjunto emitido el martes, durante la XV reunión en Argentina de los representantes de países que participan en esta iniciativa diplomática para encontrar soluciones a la crisis que padece Venezuela.

La reunión tuvo lugar justo cuando se cumplen seis meses de que Guaidó asumiera como presidente encargado y fuera reconocido por más de 50 países del mundo, incluyendo Estados Unidos.

«(Los países miembros del Grupo de Lima) respaldan la decisión del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, de buscar una solución venezolana a la crisis de su país a través de los esfuerzos en curso e instan a la dictadura de Nicolás Maduro a no utilizar dichos procesos para dilatar la convocatoria de elecciones presidenciales con todas las garantías, a la mayor brevedad posible. En caso de no alcanzarse ese objetivo, se impondrán medidas de presión y sanciones adicionales», indicó la declaración.

Los líderes participantes escucharon el mensaje del líder opositor a través de una videollamada y reconocieron lo que catalogan como su «indoblegable liderazgo» en la lucha por recuperar la democracia a través de elecciones libres.

El canciller argentino Jorge Faurie, leyó la declaración final, que recoge el sentir de los países participantes como Perú y Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, y Venezuela. Faurie también destacó la participación de El Salvador y Ecuador, en calidad de observadores, y de Enrique Iglesias, asesor especial para Venezuela de la Unión Europea.

En la declaración final, los países miembros reiteraron su condena a las “sistemáticas violaciones” a los derechos humanos por parte del presidente en disputa Nicolás Maduro, en alusión a situaciones “documentadas y confirmadas” en el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, luego de su visita a Caracas.

En este sentido, decidieron remitir el mencionado informe a la oficina de la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, quien ya tiene procedimientos abiertos en virtud de la solicitud presentada por varios países contra Maduro.

Los países consideran que el de la Alta Comisionada de la ONU “no deja margen para que algunos países sigan apoyando al régimen ilegítimo de Maduro”, por lo que los exhortaron a sumarse a la comunidad internacional para “el retorno del Estado de Derecho y la democracia en Venezuela”, al considerar que su apoyo al gobierno en disputa “amenaza la estabilidad de toda la región”.

El Grupo de Lima también repudió «la candidatura presentada por el régimen ilegítimo de Maduro, a nombre de Venezuela, para un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y requieren que, de ser electa, dicho asiento sea ocupado por el gobierno legítimo de Venezuela. Asimismo, expresan su apoyo a la candidatura de Brasil a dicho Consejo».

Además acordó impulsar ante otros estados, incluyendo la Unión Europea y Estados Unidos, la creación de mecanismos para coadyuvar en la documentación e investigación de hechos de corrupción, narcotráfico y graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

Destacaron que la solución de la crisis venezolana pertenece a los venezolanos. “Ese principio es incompatible con la actual presencia en Venezuela de agentes militares, de seguridad y de inteligencia” de países que apoyan al gobierno en disputa de Maduro, agregaron.

La migración también tuvo su espacio en la declaración final del Grupo de Lima, al reiterar su preocupación por el agravamiento de éxodo de venezolanos que buscan escapar de la crisis. Los miembros hicieron un llamado a continuar la coordinación regional y solicitaron que se incremente la ayuda financiera a los países de acogida para dar una respuesta efectiva a las necesidades de migrantes venezolanos.

“La crisis en Venezuela tiene una dimensión regional con impacto global”, asegura el grupo. “El restablecimiento de la democracia en Venezuela es una condición necesaria para que América Latina pueda afirmarse en el camino de la libertad y prosperidad”, apuntó.

Ya en la corta ronda de preguntas, Faurie adelantó que tratarán la decisión del parlamento venezolano de reincorporar al país al TIAR en nuevos diálogos, pero que consideran que todos están comprometidos con “alcanzar una solución por la vía pacífica” y que el uso de la fuerza “siempre será un recurso que quedará para el momento que correspondiera”.

Sobre una posibles convocatoria a nuevas elecciones parlamentaria en la nación sudamericana, indicó que sería una “línea roja” que el Grupo de Lima no quiere ver pasar, a propósito de las negociaciones que se llevan a cabo en Barbados bajo la mediación de Noruega, que merecería su condena.

A título personal, el canciller indicó que la persistencia del grupo durante estos dos años muestra “un compromiso que es infatigable con un resultado: devolverle la democracia a Venezuela. Ayudar a los venezolanos a encontrar una salida. Y eso no tiene plazo”.

El representante de Guaidó en el Grupo de Lima, Jorge Borges, hizo un resumen de la reunión en un video publicado en Twitter: «¡Venezuela será libre!», indicó.