El ministro de Comercio e Industrias de Panamá, Augusto Arosemena Moreno. Foto: EFE.

El Gobierno panameño anunció este viernes la extensión por seis meses más del control de los precios máximos de venta al por menor de 22 productos alimenticios, tras considerar positivamente su impacto en la reducción de la canasta básica de alimentos (CBA), indicó una fuente oficial.

La medida, que rige desde mañana, prorroga por un periodo de seis meses adicionales la vigencia del decreto ejecutivo que la creó el 1 de julio de 2014, cuando asumió el poder el presidente del país, Juan Carlos Varela, informó el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI).

El ministro panameño de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, dijo que «el control de precios está (pensado) en el mejor interés de los panameños, llevándoles la comida más barata a su casa».

«Desde su implementación en 2014, la medida eliminó la tendencia de alza del costo de la canasta básica, brindándoles a los panameños más necesitados alimentos a precios más accesibles», resaltó el titular de Comercio.

Arosemena defendió la iniciativa destacando que el control de precios cambió el patrón inflacionario en la CBA, ya que esta llegó a sobrepasar los 313 dólares en 2014, y hoy en día, dijo, «está en 313 (dólares), representando una reducción significativa a los precios del 2014».

El alto funcionario fue más allá y señaló que todos los productos no controlados han sufrido un aumento si les compara con los precios de 2014.

Puso como ejemplo el caso del arroz que pasó de 0,60 dólares la libra a inicios de 2014 a 0,40 dólares con el control de precios, precio que aseguró es similar al del grano en el año 2008.

También mencionó la papa, que ha variado de 0,80 dólares la libra a 0,60 dólares; los huevos, de 2,16 a 1,87 dólares la docena; y el pollo que ha pasado de 1,27 dólares la libra a 1,18 dólares.

Los precios actuales de los huevos y el pollo son similares a los de 2012 y 2011, respectivamente, producto de este control, añadió Arosemena.

Apenas asumió el poder Varela instauró esta regulación, una de sus más emblemáticas promesas de campaña, para permitir un ahorro de 58 dólares en el costo de la canasta básica alimentaria, pero esa cifra de disminución no se ha alcanzado hasta ahora, según lo ha reconocido el propio Gobierno.