En la imagen, José Gabriel Carrizo, vicepresidente de Panamá. EFE/Carlos Lemos/Archivo

Panamá, 25 mar (EFE).- Un baile protagonizado por el vicepresidente panameño, José Gabriel Carrizo, y otros altos funcionarios en plena pandemia se volvió un escándalo en Panamá y llevó al Gobierno a ofrecer este jueves sus «disculpas sinceras a todas aquellas personas que se pudieron sentir ofendidas».

Las imágenes del vicepresidente bailando alegremente con una artista que actuaba en el evento conmemorativo del primer año del plan social Panamá Solidario, celebrado anoche en el capitalino Centro de Convenciones Atlapa, se volvió este jueves tendencia en las redes sociales y centró los noticieros matutinos.

La lluvia de críticas al Gobierno de Laurentino Cortizo por este evento van desde acusarlo de estar desconectado de la realidad hasta de indolente, porque «no hay nada que celebrar» tras un año de pandemia que ha dejado más de 6.000 muertos, como han sostenido políticos de oposición.

Este nuevo escándalo de altos funcionarios supuestamente violando normas de bioseguridad impuestas por el Ministerio de Salud (Minsa) involucra a Carrizo, muy cuestionado por su presunta vinculación con supuesta corrupción en las compras de emergencia por la pandemia, unas denuncias siempre negadas por el Ejecutivo.

EL GOBIERNO OFRECE DISCULPAS POR UN BAILE «NO ORGANIZADO»

En un comunicado, el Ejecutivo de Cortizo ofreció «sus disculpas sinceras a todas aquellas personas que se pudieron sentir ofendidas por el acto desarrollado», aunque defendió que no se trató de una fiesta sino de un acto de conmemoración «sobrio y de reconocimiento» a los 400 trabajadores voluntarios del plan social Panamá Solidario.

Panamá Solidario es el plan de ayuda social que entrega un bono, primero de 80 dólares y a partir de este año 120 dólares mensuales, y de bolsas de comida a una parte de los centenares de mil de afectados por la crisis derivada de la pandemia, que solo en el 2020 hizo caer la economía en 17,9 % y elevó a más del 18 % el desempleo.

La escena de Carrizo y de algunos ministros y viceministros bailando fue espontánea, «no organizada», y producto de la euforia tras unas palabras del presidente Cortizo que estuvo en el lugar unos pocos minutos, dijo a la cadena Telemetro la secretaria de Comunicación del Estado, María Elena Barrios.

Sobre la presencia de artistas en una tarima, el Gobierno aseguró que «diariamente en Atlapa se dan cita artistas, magos y otros profesionales se presentan en tarima como un aporte precisamente en favor de la motivación permanente de los voluntarios» que arman «más de 20.000 bolsas diarias» de comida.

La directora General de Comunicación del Estado dijo además que todos los presentes en el recinto fueron sometidos a hisopado antes del evento.

UN MAL EJEMPLO DEL GOBIERNO, EXIGEN INVESTIGACIÓN Y SANCIONES

«No están predicando con el ejemplo», valoró el abogado Ernesto Cedeño, que dijo a Efe que el evento «violó las disposiciones del Minsa», que debe abrir una investigación administrativa «y si no hace nada, deben entrar entonces el Ministerio Público».

Para el constitucionalista «no es excusa decir» que se hicieron hisopado a los presentes «porque no hay ninguna norma que se haya publicado que diga que después de que tú hisopas a la gente puedes hacer fiesta», que están prohibidas en el marco de la pandemia.

Cedeño criticó que el Gobierno llame «reconocimiento» a lo que «claramente fue una fiesta», y dijo que esto «abre el compás» para que las discotecas y bares, que están cerrados hace un año por la pandemia, y la gente haga fiestas aduciendo que es «un reconocimiento».

A juicio del diputado independiente Juan Diego Vásquez el Gobierno ha enviado un «mensaje subliminal pero muy claro, de que no les importan (…) los más de 6.000 muertes a causa «de este manejo terrible de la pandemia», y que «ellos pueden hacer una fiesta» mientras el país es abatido por el desempleo y la ausencia «de un plan económico» de recuperación.