La propuesta estadounidense de un gobierno de transición se da pocos días después de que el propio Juan Guaidó propusiera la conformación de un “Gobierno de Emergencia Nacional”.

Mientras que el gobierno interino de Venezuela asegura que la propuesta estadounidense es la solución e insinúa que funcionarios del madurismo la están considerando, representantes del gobierno en disputa aseguran que Nicolás Maduro no acortará su mandato presidencial.

Las respuestas a la propuesta estadounidense de levantar todas las sanciones impuestas a Venezuela a cambio de un gobierno de transición que convoque elecciones no se hicieron esperar. El gobierno en disputa calificó los esfuerzos como una “perdida de tiempo”, mientras que el presidente encargado Juan Guaidó, agradeció el respaldo de la administración de Donald Trump.

A través de su cuenta de Twitter, el también presidente de la Asamblea Nacional, reconocido por más de 50 países como líder legítimo de la nación suramericana, informó que había conversado con Pompeo e hizo un llamado al gobierno en disputa de Nicolás Maduro para que “asuma su responsabilidad y acepte la oferta”.

“Varios de los suyos han entendido que es la única opción para superar crisis”, agregó Guaidó en la publicación. Aseguró que se traba de “los pasos correctos para salvar a Venezuela”.

En un vídeo hecho público por el equipo de prensa de Guaidó, se le escucha pidiendo que las sanciones «no sean excusa para la dictadura. Que no sea excusa para no avanzar y atender a nuestra gente. Es nuestra gente la que merece este momento».

La propuesta estadounidense, presentada por el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el representante especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, se da poco días después de que el propio Guaidó propusiera la conformación de una “Gobierno de Emergencia Nacional”, que también delegaría en un consejo de Estado, para atender la pandemia de la COVID-19.

En el video, el presidente interino asegura que no solo será EE.UU. quien apoye esta salida. «Van a ser mucho los países que acompañen, que respalden, esta propuesta», indicó.

Sin embargo, la primera reacción del madurismo parece ser la de rechazar ambas propuestas. En una entrevista para la emisora colombiana Blue Radio, antes del anuncio formal, el canciller del gobierno en diputa, Jorge Arreaza descartó que Maduro salga antes del fin de su mandato de seis años pues “jamás traicionaría la confianza que le dio el pueblo”.

“Las decisiones de Venezuela se toman en Caracas, en el Palacio de Miraflores, bajo la constitución venezolana. Nosotros no estamos tutelados ni por Washington ni por ninguna otra capital. Ellos pierden su tiempo en su laberinto”, aseguró.

El funcionario aseguró que el gobierno en disputa siempre ha querido tener buenas relaciones con EE.UU., pero que “el presidente Trump y su tienen una obsesión con hacer cumplir su voluntad aquí, retomar el control del petróleo venezolano, de las riquezas venezolanas. Retomar el control del poder en Venezuela, que lo tuvieron hasta el año 99″.

«Pero nosotros hacemos lo que se diga en el pueblo venezolano, no lo que dice el presidente Trump”, zanjó Arreaza.

Luego del anuncio, la cancillería venezolana emitió un comunicado ratificando que no «acepta, ni aceptará jamás tutelaje alguno, de ningún gobierno extranjero».

«Las acciones de la Administración Trump en los últimos días contra Venezuela, no pueden catalogarse de otra manera: son miserables», se lee en el texto.