Foto cortesía El País de España.
@NituPerez

Este miércoles 15 de agosto, el TSJ legítimo, condenó a Nicolás Maduro a 18 años y 3 meses de prisión  por corrupción en el caso Odebrecht, así como a pagar una multa de más de 35 mil millones de dólares por los delitos de corrupción propia y legitimación de capitales. ¡Poco para el daño provocado a todo un pueblo! Los venezolanos quienes hemos vivido y sufrido el colapso del país gracias al régimen que encabeza Maduro, no tenemos duda que es culpable de esos y otros crímenes.

Inocultable la  tragedia por la que atravesamos. Escasez de todo, inseguridad desatada, pérdida del valor de la moneda y del territorio ahora en manos de mafias, terroristas y guerrilleros que se han repartido nuestras regiones.  Hiperinflación, fallas constantes de electricidad que nos mantienen a oscuras ocasionando desperfectos y daños en equipos domésticos e industriales.  Si no hay electricidad no hay agua ya que las bombas dejan de funcionar, se queman los transformadores y no hay bolsillo que pueda comprar equipos de reposición.
El Zulia que ha dado tanto, que debería tener carreteras y puentes a granel con  morocotas de canto, decimos parafraseando al grande de Ricardo Aguirre, Maduro la mantiene aislada por el colapso de unos de sus iconos: el Puente sobre el Lago y a su gente durmiendo en los techos y ventanas de los hogares para palear el calor, mientras el narcoestado continúa  echándole la culpa a saboteadores imaginarios. «Madre mía, si el gobierno no ayuda al pueblo zuliano, tendréis que meter la mano y mandarlo pa’l infierno», nos dice la letra de «La grey zuliana» tan actual como nunca antes.
Si nos trasladamos al sur del país lo que sobra es agua.  Sus pobladores tienen días con sus calles, avenidas y hogares inundados.  Y que no digan que es culpa del clima o del tiempo exclusivamente, no.   Repiten los mismos errores de años anteriores: llevar   a cotas muy altas el embalse del Guri y cuando llegan las lluvias lo alivian de manera irresponsable aguas abajo, agravando aún más la situación. El régimen guarda silencio, se niega a decretar la emergencia. Nos matan de hambre y enfermedad, ahora también nos ahogan.
Maduro se hace la víctima cuando somos los venezolanos las únicas víctimas de atentados masivos cada vez que surge una protesta que disuelven a punta de balas y bombas.  20 años llevamos bajo amenazas, persecuciones  y encarcelamientos.  Quienes son apresados les torturan física y psicológicamente  ¿Qué fue lo que vimos en el vídeo  que el propio régimen dejo colar de la situación del DIputado Requesens?
El sujeto de Miraflores comienza a sentir la soledad del final y lanza sus últimas patadas de ahogado; una advertencia a quienes le acompañaron por largo tiempo:  señores militares  cuidadito y le hablan a su mamá, hermana, tío o primo opositores, con ellos nada, la fidelidad es conmigo, con el régimen y la revolución. Yo solo pregunto ¿los verde oliva se van a calar esa, se van a enterrar con quien hoy es un reo de la justicia? De no acatar la orden del TSJ legítimo en proceder a la detención de quien ya ha sido condenado,  serán los cómplices necesarios del mayor de los delitos:  el genocidio implementado en Venezuela…y los delitos de lesa humanidad no prescriben ni para quien lo ordena ni para sus cómplices y colaboradores.
Maduro nunca debió ser presidente por múltiples impedimentos constitucionales, pero a partir de la decisión del TSJ legítimo, es un corrupto que desfalcó los dineros de la nación.  Es un reo acusado y sentenciado que debe pagar condena.