Las instituciones venezolanas, o lo que pueda quedar de ellas, deben reconocer que los venezolanos en la calle, este 19 de abril le dijeron a Maduro vete ya. Foto: Cortesía.

Venezuela se lanzó a las calles y revocó a Nicolás Maduro en la manifestación, que según los entendidos, ha sido la más numerosa que se haya realizado en nuestro país. No solo se observaron ríos de gente caminando en el norte, sur, este y oeste de Caracas, sino también a todo lo largo y ancho del territorio nacional.

A pesar del anuncio que el 18 de abril ofreciera el dictador: activación del Plan Zamora, versión más cruenta del Plan Ávila que aplicara en su momento Hugo Chávez, aún ante la información de Diosdado Cabello de lanzar este 19 de abril a 60 mil miembros de colectivos en motos a las calles con la intención de atemorizarnos, los venezolanos salimos a las calles para decirle a Maduro ¡vete ya!

La sociedad civil no exige cronograma electoral, conoce a la perfección las argucias y mañas fraudulentas de quienes, como sea, pretenden mantenerse en el poder y, creo que los dirigentes políticos, deben escuchar al pueblo. Ese pueblo que los ha acompañado en todas sus convocatorias, ese pueblo que hizo este 19 de abril el Referéndum Revocatorio popular que impidió ilegalmente el régimen el año pasado. Ese pueblo le dijo este miércoles a los diputados electos, que está de acuerdo con la declaración de «abandono del cargo» de Maduro a la presidencia que convinieran el pasado 9 de enero.

Las instituciones venezolanas, o lo que pueda quedar de ellas, deben reconocer que los venezolanos en la calle, este 19 de abril le dijeron a Maduro vete ya, no queremos su mando, como antes, otros venezolanos se lo dijeran a Emparan.

La marcha de este 19 de abril no ha sido una más. Ha sido la expresión clara, contundente y firme de un pueblo que hace honor a su himno»Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó…» Ha sido el evento político más importante de nuestra historia reciente. Una Gran Alianza Nacional se vio y palpó en las calles del país. El régimen quedó reducido a dos cuadras de la capital con tarifados traídos para infringir temor, cuando es en Miraflores donde cruje el miedo de un desenlace que implantará la democracia y la libertad.

La Fuerza Armada Nacional institucional tiene y debe acompañar a la ciudadanía que juró defender. Este 19 de abril, fueron asesinados dos jóvenes desarmados que ni siquiera manifestaban. Los soldados venezolanos no pueden permanecer callados ante estas y otras tantas violaciones de los derechos humanos de sus compatriotas.

La mayoría de los venezolanos no estamos equivocados. Luchar cívicamente por la restitución de la democracia, la justicia y la libertad nunca será un error, es nuestra obligación. Nos acompaña la razón. Sigamos en las calles para rescatar a Venezuela.