«Hay que proteger a los niños porque el virus viene fuerte», aseguró a Efe Alberto Marciaga, padre de una niña de 10 años que este viernes recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer, en el inicio de la inmunización pediátrica en Panamá.

El país centroamericano tiene 522.198 niños de entre 5 y 11 años, la población objetivo de la jornada de inmunización que arrancó este viernes. Se está dando prioridad a los menores con enfermedades crónicas, inmunosuprimidos y con discapacidad severa.

El Ministerio de Salud, que dispone de momento de 60.000 de las 1,5 millones de dosis ordenadas a Pfizer, espera inmunizar a 25.400 niños de entre 5 y 11 años en las próximas dos semanas.

La hija de Alberto Marciaga padece de riñones poliquísticos, un trastorno hereditario en el que se desarrollan grupos de quistes principalmente dentro de los riñones, lo que hace que estos se agranden y pierdan su función con el tiempo, de acuerdo con la información médica.

«Ella estaba un poco nerviosa con la vacuna pero se le puso (…) estoy más tranquilo. Ella dice que le duele un poco el brazo», comentó Marciaga, que tiene otros hijos mayores que ya están vacunados.

La vacunación pediátrica se lleva a cabo en los hospitales públicos nacionales y regionales, así como en cuatro centros privados de la capital panameña.

SE SUPERAN LAS DUDAS RAZONABLES SOBRE LA VACUNACIÓN

Selmibet Herrera, madre un niño de 11 años con leucemia, admitió que pensó «varias veces» si vacunar contra la covid-19 a su hijo, lo que finalmente hizo «confiando en Dios y en los doctores en que todo irá bien».

«Lo consulté con la hematóloga, el pediatra y los dos me recomendaron de que sí era bueno que lo vacunara y bueno, aproveché el primer día para traerlo», comentó Herrera a Efe.

El titular de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), el doctor Eduardo Ortega-Barría, dijo a Efe que «es razonable» que los padres tengan «dudas» debido a tanta información dispersa, parte de ella procedente de «fuentes que no son verdaderamente científicas, académicas o médicas».

Pero «les puedo decir con la seguridad que nos da la información científica que la vacuna (pediátrica de Pfizer) es segura, inmunogénica y es eficaz», explicó este experto en enfermedades infecciosas pediátricas.

La idea de las autoridades es vacunar a la mayor cantidad de niños posible antes del inicio de las clases el próximo 7 de marzo, que serán presenciales tras haberse desarrollado a distancia o semipresenciales durante 2020 y 2021.

La Sociedad Panameña de Pediatría dijo la víspera en un comunicado que «vacunar a los niños de 5 años o más puede ayudar a mantenerlos en la escuela y a participar de manera segura en actividades deportivas, juegos y grupales».

LA CUARTA OLA PANDÉMICA

La vacunación pediátrica comenzó cuando Panamá, un país de 4,28 millones de habitantes, vive una cuarta ola pandémica que está causando miles de nuevos casos diarios de la covid-19, cuando se contaban menos de 500 hace un mes, un fuerte repunte que no se ha visto reflejado en las muertes por la enfermedad ni en las hospitalizaciones.

Hasta el jueves, el país acumulaba 512.402 contagios confirmados y 7.449 las muertes acumuladas en casi 22 meses de pandemia.

Las autoridades sanitarias apuestan a la vacunación y medidas como el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico para combatir esta cuarta ola, que está impulsada por la contagiosa variante ómicron, que tiene transmisión comunitaria y se espera se convierta en el linaje dominante en el país.

El 81,6 % de la población mayor de 12 años ha recibido dos dosis y el 90,6 % una dosis del inmunizante. Se han aplicado además 424.564 inyecciones de refuerzo, autorizada para los mayores de 16 años, y 7.686 terceras dosis a pacientes inmunosuprimidos.

Con respecto a la población total de Panamá falta por vacunar a cerca del 35 %, aseguró el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre.