Voluntarios recogen basura durante una jornada de limpieza de playas hoy, en Ciudad de Panamá (Panamá). Tres voluntarios cargaban este sábado, caminando lentamente por encima del lodo, los restos de un sofá que el océano arrastró hasta una de las principales costas de la Ciudad de Panamá, donde la basura se acumula por toneladas. EFE/Bienvenido Velasco

Tres voluntarios cargaban este sábado, caminando lentamente por encima del lodo, los restos de un sofá que el océano arrastró hasta una de las principales costas de la Ciudad de Panamá, donde la basura se acumula por toneladas.

En una de las áreas más exclusivas de la capital panameña, Costa del Este, la basura desechada por el océano Pacífico se amontona y este sábado decenas de voluntarios, entre ellos embajadores y diplomáticos de la Unión Europea, la recogen para sumarse al Día Mundial de la Limpieza y Mes de los Océanos.

Bajo el fuerte calor tropical y los característicos rascacielos de cristal de esta parte de la capital, alrededor de 250 voluntarios —entre adultos, adolescentes y niños— sacan casi tres toneladas de desechos, la mayoría plásticos, tela y madera, amontonándolas en bolsas de basura.

«Hay que concienciar desde pequeños. A mi hija le pregunté esta mañana si prefería piscina o limpiar la playa, y me dijo que quería salvar el planeta», relató a Efe Mariana García, una voluntaria de 35 años que acudió a la actividad junto a su familia.

En Costa del Este —donde los manglares, un área típica de las zonas tropicales rica en biodiverdidad, conformada por los árboles mangle, son parte del paisaje de la zona— la basura se acumula constantemente a pesar de los esfuerzos de organizaciones por limpiar la zona y aplicar herramientas para atrapar los desechos.

«Vemos que (el océano) atrapa la basura. Hay un proceso de filtración a través de plantas, que crea una especie de malla que la atrapa y la deja en este lugar. Aunque depende de la marea», cuenta a Efe uno de los coordinadores de la Fundación Mimar, que organizó el evento, Aubrey Baxter.

Para sacar la basura, forman una cadena humana pasando de unos a otros las bolsas llenas de desechos hasta dejarlas en un gigantesco depósito, que luego irá a parar al basurero más grande de la capital y del país, el Cerro Patacón.

«Trabajamos con una recolectadora, pero depende de lo que saquemos. Hay jornadas en que solo sacamos pet, un tipo de plástico y lo usamos para reciclar(…), pero de acá hoy estamos sacando basura general y casi todo irá a Cerro Patacón», detalla Baxter.

Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la Ciudad de Panamá se producen cada día 2.500 toneladas de desperdicios y solo se recicla el 5 % de los desechos, a pesar de que el 70 % de la basura puede ser reutilizada.

APOYO DE LA UNIÓN EUROPEA

«Estamos limpiando playas en todo el mundo. (…) Es un día de concienciación para decirle a la gente que no se puede continuar así y hay que proteger nuestras playas. La prevención es lo más importante», afirmó a Efe el embajador de la Unión Europea (UE) en Panamá, Chris Hoornaert.

Hoornaert junto con embajadores y personal de las embajadas de España, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Hungría, ataviados de guantes y una bolsa negra de basura, se unieron a la iniciativa recogiendo los deshechos.

Panamá «es un país con gran biodiversidad y tenemos que mantener eso», agregó el diplomático, quien reiteró que están apoyando al país centroamericano «con concienciación y con programas».

«Lo lamentable es que la basura no viene de los edificios de la zona, sino del interior, con el río. Por eso hay que tomar medidas como el sistema bob, que limita que la basura llegue al mar», especificó Hoornaert.

«Panamá tiene muchas oportunidades y tiene que cuidar las playas», concluye el embajador de la UE.