El presidente de Chile, Gabriel Boric, adelantó este lunes las líneas maestras de su política exterior y reafirmó su deseo de avanzar hacia la integración regional para que Latinoamérica «vuelva a tener voz en el mundo».

En una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en La Moneda, el joven mandatario habló sobre el éxodo masivo de venezolanos, la crisis climática, las relaciones con Bolivia a las puertas de las audiencias por el río Silala, la guerra en Ucrania y la necesidad de construir organismos regionales sólidos y duraderos.

«Hay que dejar de crear organizaciones en función de las afinidades ideológicas de los mandatarios de turno», sentenció Boric, quien con 36 años se convirtió el viernes en el presidente más joven de la historia chilena.

Foros como «Prosur, Unasur o el Grupo de Lima», integrados exclusivamente por Gobiernos del mismo signo político, «han demostrado que no sirven para unir ni para avanzar en la integración», agregó el gobernante progresista.

El exlíder estudiantil aseguró que la integración regional es «esencial» para solucionar problemas comunes, como la crisis venezolana y el éxodo de más de 6 millones de ciudadanos de ese país a otras naciones vecinas como Colombia, Perú, Ecuador y Chile.

Boric, que se ha mostrado crítico desde el inicio de la carrera presidencial con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, puso sobre la mesa la posibilidad de implantar un «sistema de cuotas» en la región, similar al que puso en marcha la Unión Europea con el masivo éxodo de refugiados tras la guerra en Siria.

«Creo que es algo donde todos podríamos ganar, tanto los países profundizando nuestra cooperación, como también muchos migrantes que lo hacen en una situación de mucha desesperación», agregó.

Chile vive desde hace un año una crisis migratoria sin parangón, con cientos de venezolanos entrando a diario por pasos fronterizos no habilitados en la frontera con Bolivia y acampando en localidades fronterizas, donde se han registrado además episodios de xenofobia.

BOLIVIA, ESCAZÚ Y RUSIA

El mandatario, quien confirmó que su primer viaje oficial al extranjero será a Argentina en una fecha aún por confirmar, también se refirió al conflicto que existe desde hace décadas con Bolivia e instó a su par, Luis Arce, a retomar las relaciones entre ambos países.

«Tenemos muchos elementos de integración que podemos trabajar. La reanudación de relaciones diplomáticas es un punto de llegada, me encantaría avanzar hacia allá, solo depende de que haya voluntad de ambas partes», indicó.

En marzo de 1978, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile y desde esa fecha ambos mantienen relaciones exclusivamente a nivel consular, sin embajadas.

La causa fue el fracaso de las negociaciones territoriales que se mantuvieron por la disputa de la salida al mar de Bolivia, que perdió su costa a favor de Chile a finales del siglo XIX, durante la Guerra de Pacífico.

«Chile no negocia su soberanía, como me imagino no hace ningún país», agregó a pocos días de que empiecen, el 1 de abril, en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), las alegaciones por la demanda de Chile contra Bolivia por el río Silala.

En otros asuntos de política internacional, Boric se comprometió a firmar antes de la próxima COP27 el Acuerdo Escazú, considerado el primer pacto medioambiental en Latinoamérica y el primero del mundo en contener disposiciones específicas sobre la protección de los defensores ambientales.

Su predecesor, el conservador Sebastián Piñera, fue uno de los principales impulsores y negociadores del tratado durante su primer mandato (2010-2014) y alentó al resto de países a ratificarlo hasta que al final de su segundo mandato cambió su postura.

Sobre la invasión rusa a Ucrania, Boric reconoció sentirse «muy preocupado» y adelantó que el voto de Chile en organismos internacionales «va a estar sancionando a Rusia».

«Vamos a tener una posición clara de respeto a los derechos humanos, respeto al derecho internacional, de fomentar humildemente nuestros esfuerzos para fomentar el diálogo y el cese de hostilidades y estamos conversando con el representante de Ucrania en Chile para ver cómo podemos prestar algún nivel de ayuda», concluyó.