La guerra de Ucrania y la economía centraron el primer discurso sobre el Estado de la Nación del presidente Joe Biden este martes en el Congreso, en el que, por contra, apenas se mencionó la cuestión migratoria.

Biden, quien se dirigió al legislativo y al pueblo estadounidense mientras su popularidad cae al 37%, según los últimos sondeos, pidió al los legisladores unidad, y aseguró que EE. UU. se enfrenta a un reto histórico por la “democracia”.

La invasión rusa a Ucrania, a miles de kilómetros de la capital, marcó el inicio del discurso de Biden, quien reafirmó el apoyo de su administración al gobierno del presidente Volodymyr Zelenskyy.

«Estamos con el pueblo ucraniano. Hemos aprendido la lección. Cuando los dictadores no pagan un precio por sus agresiones, causan más caos», sentenció Biden ante las dos Cámaras del legislativo estadounidense.

Mientras que ucranianos se refugian de los ataques aéreos de las fuerzas rusas, que se acercan a Kiev, el presidente Biden dijo en el Congreso que Rusia cometió un “error de cálculo” al invadir su país vecino y aseguró que el presidente Vladimir Putin pagará un alto precio.

“Putin ha desatado la violencia y el caos (…) pero pagará un precio alto y continuo a largo plazo”, sentenció Biden, ante la ovación de congresistas de ambos partidos.

El mandatario resaltó la política de sanciones que su gobierno ha llevado a cabo como respuesta a la invasión de Ucrania, señalando que han dejado a Putin “aislado” del mundo, pero insistió en que las tropas estadounidenses no participarán en el conflicto en Ucrania.

“Estados Unidos y nuestros aliados defenderán cada pulgada de territorio de los países de la OTAN con toda la fuerza de nuestro poder colectivo”, dijo Biden ante el Congreso. Ucrania no es miembro de la OTAN y el deseo del presidente Zelenskyy por incluir al país a la alianza encontró una férrea oposición por parte de Putin.

Los republicanos acusan a Biden de haber respondido muy tarde a las acciones de Putin. En la réplica de la oposición al discurso del presidente, la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, acusó a Biden de hacer “muy poco, muy tarde”.

El presidente se ha “concentrado en la corrección política en vez de la preparación militar y en reaccionar a los eventos mundiales en vez de liderarlos”, aseguró la republicana.

El discurso del Estado de la Unión, exigido a los jefes de Estado bajo mandato constitucional, es el más importante del año para un presidente de EE. UU. y es usado para defender sus políticas ante el Congreso y la ciudadanía.

Política migratoria

El presidente pidió al Congreso ofrecer una camino para la ciudadanía para los soñadores, o dreamers; los beneficiarios del TPS y los trabajadores esenciales, piezas parte de una reforma migratoria que ha fallado en obtener la aprobación necesaria para ser aprobada por ambas Cámaras.

Durante la porción de su discurso dedicada a la migración, ya casi al final del mismo, Biden aseguró que EE. UU. necesita “asegurar la frontera y arreglar” el sistema migratorio. En ese momento, algunos congresistas republicanos corearon la consigna “construyan el muro”, uno de los eslóganes de campaña de Trump.

Biden aseguró que su gobierno ha trabajado con México y Guatemala creando patrullas para “atrapar a más traficantes de personas” y con otros gobiernos en la región para recibir a más refugiados y asegurar sus propias fronteras.

El Gobierno Biden ha mantenido en pie una serie de normas de la era Trump que permiten devolver a la mayoría de migrantes que llegan a la frontera y obligar a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras sus casos son resultados en las cortes migratorias en EE. UU.