Un intenso debate se lleva a cabo el martes durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA, en Washington sobre la posible suspensión de Venezuela del organismo.

Carlos Trujillo embajador de EE.UU. ante la OEA dijo que “el desmoronamiento del sistema económico en Venezuela está en las manos de una persona y el régimen autoritario de Nicolás Maduro”.

Trujillo indicó que las sanciones que Estados Unidos aprobó contra Venezuela son contra individuos, “contra personas que han cometido crímenes de lesa humanidad y asociadas con un narco estado en actividades ilícitas de lavado de dinero y narcotráfico”.

Por su parte, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, calificó de violatorias del derecho internacional las sanciones de EE.UU. a su país.

“Esas pretendidas sanciones no son más que medidas desapegadas del derecho internacional, violatorias de la carta de las Naciones Unidas violatorias del artículo 20 de la carta de la OEA”, indicó Arreaza.

Arreaza manifestó que las sanciones perjudican al pueblo venezolano. “Pregúntenle al equipo de la Organización Panamericana de la Salud lo que tuvimos que luchar con el sistema financiero. Un banco en EE.UU. tuvo que darnos una excepción para poder depositar los recursos para la vacunación en Venezuela. Eso es cruel. Eso es un crimen. Ustedes están ejerciendo un bloqueo contra Venezuela”.

La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, dijo el martes en la sede de la OEA que la resolución que se aprestan a votar los cancilleres sobre Venezuela, es muy clara y representa lo que ha hecho la OEA desde abril de 2017.

Un proyecto de resolución que será votado esta tarde contiene un pronunciamiento que denuncia la ilegalidad de las elecciones del 20 de mayo en Venezuela. Incluido entre los puntos del pronunciamiento hay uno referido expresamente a la convocatoria de una asamblea extraordinaria del organismo que ruñiría al consejo permanente de la OEA.

Esta instancia del organismo analizaría los términos de una resolución cuya principal propuesta sería la suspensión de Venezuela.

Este proceso es el siguiente paso en la aplicación de otro de los mecanismos de la carta democrática interamericana para restablecer el orden democrático, en este caso en un país como Venezuela.