El presidente de Colombia, Iván Duque, habla ante la Asamblea General de la ONU, este 21 de septiembre de 2021, en Nueva York. EFE/Eduardo Muñoz/Pool

El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó este martes en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que los diálogos que tienen lugar en México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana son esperanzadores pero no hay que ser ingenuos con los resultados que puedan arrojar.

«Los diálogos entre el Gobierno interino de Venezuela, que encarna la resistencia democrática, y la narcodictadura, si bien dan alguna esperanza, no nos permiten ser ingenuos, pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional», manifestó.

El Gobierno venezolano y un sector de la oposición iniciaron el pasado 13 de agosto en México unas rondas de diálogos, que tienen a Rusia y a Países Bajos como acompañantes y a Noruega como mediador, proceso cuya tercera ronda se llevará entre el viernes y el lunes próximos.

Duque, que intervino hoy por última vez como presidente de Colombia ante la Asamblea General de la ONU, ya que su mandato termina en agosto de 2022, dedicó parte de su discurso a la crisis de Venezuela y reiteró su postura de que la única salida posible para ella es el cambio de Gobierno en ese país.

«El fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano y debe ser el propósito de la acción internacional», expresó.

Duque reiteró de esta forma lo expresado el pasado viernes en Madrid en una entrevista con la presidenta de Efe, Gabriela Cañas, en la que mostró su escepticismo con respecto a los posibles resultados de los diálogos en México.

«DESASTRE HUMANITARIO»

El mandatario colombiano aseguró hoy en la ONU, sin mencionar expresamente a Maduro, que mientras más dure este en el poder, más graves serán las consecuencias de la crisis en ese país, en particular la migratoria.

«Cualquier salida que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo, agudizará el mayor desastre humanitario que conozca nuestro continente», afirmó.

En ese sentido recordó que además de la pandemia de covid-19, Colombia ha tenido que enfrentar «la peor crisis migratoria que golpea al planeta: la crisis de millones de venezolanos que huyen de la narcodictadura y de la infamia».

Según datos del Gobierno colombiano, en el país hay más de 1,8 millones de migrantes venezolanos, a los cuales se les ofreció el Estatus de Protección Temporal con el fin de que regularicen su situación en el país por un periodo de diez años.

«Asumimos este reto sin ser un país rico y con un enorme costo fiscal. Esta situación requiere que, a través de las mesas de donantes establecidas, se movilicen los desembolsos de los compromisos de la comunidad mundial, por lo que hago un llamado en ese sentido», afirmó.

El Gobierno colombiano reclama con insistencia más ayuda financiera de la comunidad internacional para que los países latinoamericanos puedan atender la crisis migratoria venezolana y asegura que las donaciones per cápita en este caso son muy inferiores a las que se dan para los refugiados sirios que llegan a Europa.