No tienen capas, pero sí unos gorros llamativos con el nombre de Abou Saad, una institución de asistencia social centrada en la diversión y la hermandad, que en Panamá se estableció en 1918 y aborda, primordialmente, a niños con problemas ortopédicos, parálisis cerebral, afectación de la función motora y quemaduras graves, entre otros.

Su aporte a Panamá ha sido invaluable, pero sus directivos y representantes prefieren mantenerse bajo perfil y seguir sumando.

“Aquí lo importante es que mucha más gente aporte a este movimiento. Contamos con el apoyo de varios entes, pero siempre será importante el apoyo de más personas y marcas”, dijo Miguel Brostella, Potentado de Abou Saad Shriners en entrevista con el periodista Álvaro Alvarado.

Mano amiga

Abou Saad Shriners tenía planeado enviar este año a Estados Unidos a un total de 350 niños para ser atendidos en hospitales de Estados Unidos, sin embargo, la pandemia cambió por completo los planes.

Hasta inicios de julio no había viajado el primer paciente, pero hubo que hacer una excepción con el niño venezolano Emanuel de Jesús Alvarado, quien sufrió graves quemaduras durante un incendio en el PH Mystic Towers.

Alvarado, de siete años, fue aceptado en el Hospital Shriners de Galveston, Estados Unidos, gracias a las gestiones de los Abou Saad Shriners Panamá.

El 15 de julio, la institución lideró un estricto protocolo de traslado desde el Hospital del Niño hasta el aeropuerto de Albrook, de donde salió hacia Estados Unidos en un avión ambulancia, Emanuel de Jesús. Los Abou Saad Shriners Panamá fueron apoyados por la Cruz Roja de Panamá.

“Nos teníamos que mover rápido y logramos la aprobación en pocas horas. Al final, el traslado fue un éxito y el niño Emanuel se encuentra recibiendo las mejores atenciones”, dijo Héctor Pérez, representante de comunicaciones de la organización.

“Ese hospital, el de Galveston, Texas, es el mismo al que fue ingresado el niño Minacho (accidente de Costa Mare)”, agregó Pérez.

Minacho, quien sigue en los Estados Unidos, se encargó de recibir a Emanuel con un emotivo video, en el que le daba la bienvenida a su compatriota. “Qué bueno que estés aquí. Qué bien que llegó. Pronto nos veremos”, dijo.

Emanuel de Jesús viajó de la mano de su mamá, María Félix Alvarado Pérez, quien agradeció a todas las personas que de una u otra manera contribuyeron al traslado de su hijo.

“En Panamá la atención fue de primera con profesional que día a día dieron lo mejor. Ahora conseguimos esta oportunidad y estoy muy agradecida con todas las personas involucradas”, dijo.

La atención que brinda Abou Saad Shriners es gratuita, integral y personalizada e involucra la participación activa de los niños y jóvenes, así como de sus familias, en todos los momentos de su tratamiento hasta los 18 años de edad.